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  • 31/01/2025

  • 31/01/2025

AA-Info n.7 - Enero 2025

« Rezad para que me convierta al menos este año »

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Editorial

P. Ngoa Ya Tshihemba

Superior General de los Agustinos de la Asunción

« Rezad para que me convierta al menos este año.» Estas palabras son del P. Emmanuel d’Alzon, en su correspondencia con el P. Vincent de Paul Bailly, en diciembre de 1876, es decir sólo cuatro años antes de su muerte. El P. d’Alzon, cuando habla de perfección o bien de pureza más grande, pone la barra cada vez más alto. A veces tenemos la impresión de escuchar a alguien que ya ha progresado y que lo que intenta es motivar a otros a seguirle. Y sin embargo, el mismo D’Alzon no cesa de hablar de la conversión de la que tiene necesidad.

Con este número de AA-info del inicio del año, me gustaría evocar este deseo que también es una oración del P. d’Alzon. Las festividades de Navidad y del Año nuevo a menudo van sazonadas por una multitud de mensajes que expresan deseos. Muchos me han deseado un año bueno y feliz, prometiéndome oraciones para que tenga buena salud, paz en el corazón, éxito, serenidad, valor, etc. Quizá me hubiera soprendido si hubiera recibido un mensaje como éste : « Rezo por su conversión ». Y sin embargo es lo que necesito.

Sí, todos necesitamos convertirnos en algún rincón de nuestro ser. No basta con decirlo. Se trata quizá de un primer paso, pero ¿por qué no avanzamos? El P. d’Alzon responde a esta pregunta: « La mayoría de las personas piadosas se ven frenadas en esus progresos hacia la perfección, porque no combaten con suficiente energía sus defectos ; y no los combaten, porque no tienen suficiente horror de los pecados a los que tales defectos les arrastran (E.S. p. 1233)

Nuestro Fundador nos exhorta, pues, no solamente a ser conscientes de nuestra necesidad de la conversión, sino también a tener el valor de decidirnos a finalmente emprender generosamente la obra de nuestra conversión (E.S. p. 1239). Estoy muy convencido de que todos lo hemos intentado y no ha funcionado la primera y la segunda vez y hemos abandonado el combate. San Agustín ha tenido la misma experiencia. Pero ha perseverado hasta el final. Nos entrega su secreto en un comentario al Salmo 33. Aunque reconociendo que no llegaremos nunca a la perfección aquí abajo en la tierra nos invita sin embargo a intentarlo siempre.

Las vías de la paz, a justicia y la fraternidad se recorren luchando en lo que el Papa Juan Pablo II llama nuestras conversiones personales. « Es necesario que cada cual se convierta personalmente. La conversión debe hacerse, no en masa, sino uno a uno. Incluso en aquellas predicaciones en que san Pedro converrtía a dos o tres mil Judíos, el Espíritu Santo descendía sobre cada uno en particular. No se trataba de una resolución común. » (E.S p. 566)

Cuando entramos en el año jubilar del 2025, abrámonos continuamente a la llamada de Jesús a la conversión : « Los tiempos se han cumplido : el Reino de Dios está cerca. Convertíos y creed en el Evangelio. » (Mc 1, 15) Como lo subraya nuestra Regla de Vida, esta conversión ha de vivirse cotidianamente, sobre todo entre los que vivimos en comunidad. Ésta es un ámbito que puede favorecer nuestra conversión. Pero no olvidemos que esta misma comunidad se torna el lugar por excelencia donde se prueba la conversión. Como en el Evangelio, hemos de aprender a expulsar nuestros « pequeños demonios » y a hablar nuevas lenguas de misericordia y de amor. Ese ha sido siempre nuestro deseo. Hay momentos en que expresamos este deseo de cambiar, de progresar en nuestras relaciones con los demás, de deshacernos de viejas costumbres, en un palabra de volver a Dios, pero la dejadez nos gana. La triste realidad es que seguimos obstinados en nuestras ideas, en nuestros caprichos.

Pero no olvidemos, que en su realidad más profunda, « la conversión es un don de Dios, obra de la Trinidad », como decía Juan Pablo II (Redemptoris missio, n. 46). Nuestro esfuerzo en efecto consiste en abrirnos a este don que viene de la Trinidad. Que la misericordia y el amor de quien nos ama realmente, precedan a nuestro deseo de conversión y acompañen nuestros esfuerzos.

Que cuantos tengan la suerte de pasar por la puerta santa en este año jubilar del 2025, no olviden de rezar por nuestra conversión.

¡Hermoso año santo 2025 !

Para leer la AA-Info n°6 completa, siga este enlace...

TRP Ngoa Ya Tshihemba, a.a.